
"El fenecido poeta Pedro Mir, que era múltiple en sus expresiones, hablando de Fernando Ureña Rib, decía que al mismo tiempo que rompía con el signo y el símbolo, lo que significaba romper con el abstraccionismo en su conjunto y con toda la cháchara antiestética que arrastraba consigo, reivindicaba la belleza. En tal sentido el autor de ‘‘Hay un país en el mundo’’, no le importaba la escuela a la que podría estar involucrado el autor de ‘‘Decir la piel o las discretas orgías del silencio’’. Le interesaba, eso sí, la visión y las manos del arte, que en definitiva, son los factores que valen para elevar los sueños y potenciar la realidad de todo artista. A diferencia de otros catálogos de pintores dominicanos, el presente no está circunscrito a la visualización de un sólo crítico, llámese Cándido Gerón, Marianne de Tolentino, Jeannette Miller, Humberto Soto Ricart, por solo citar cuatro, sino de varios". FRANCISCO COMARAZAMI