sin euforias ni tempestades...quieto en mis habitaciones amuralladas.
OSHO ...LO EXPRESA ASI...
El Silencio...
El silencio es la explosión de la inteligencia.
Silencio quiere decir:dentro de tí, eres sólo espacio, espacio sin estrépitos.
Silencio quieredecir que has puesto a un lado todo el mobilario de la mente
los pensamientos, los deseos, las memorias, las fantasías, los sueños.
Todo lo has empujado al lado.
Estás mirando la existencia directamente, inmediatamente.
Estás en contacto con la existencia sin nada entre tí y la existencia.
Eso es silencio…
El silencio se puede escuchar.
Y cuando lo escuchas hay un entendimiento inmediato.
El entendimiento viene como una sombra siguiendo el silencio.
Entender las palabras y escuchar las palabras es muy simple.
Cualquiera puede hacerlo:
sólo se necesita un poco de educación sobre el lenguaje, no mucha.
Pero se necesita una transformación tremenda para escuchar al silencio
y entenderlo.
El silencio tiene que surgir de tu ser mismo.
Hay dos tipos de silencio:
uno es el que cultivas, el otro es el que llega.
Tu silencio cultivado es nada más que la bulla reprimida…
Lo puedes lograr con la práctica pero es como sentarte encima de un volcán,
el cual puede estallar en cualquier momento, por cualquiera pequeña excusa.
Esto no es verdadero silencio, sino un silencio forzado.
El silencio que se origina de tu ser mismo, que no se impone ni desde afuera
ni desde adentro pero que llega, surge desde adentro hacia afuera,
se origina del centro hacia la circunferencia…
ese es un fenómeno totalmente diferente.
El silencio que nace así, es tan grande que puede contener las palabras,
puede contener el habla.
Nada puede perturbarlo,
es un silencio que no tiene miedo de las palabras.
Hay gente que no habla, que parece estar en silencio.
Su silencio parece estar en contra del habla
y un silencio que se pone en contra del habla todavía es parte del habla.
Es una ausencia: no es una presencia.
El silencio es una presencia.
Te puede hablar. Tiene una energía tremenda.
No es vacuo, es una realización.
El verdadero silencio es el silencio de la vida, un silencio pulsando con la vida,
que al pulsar es positivo, afirmativo. Es un gozo.
No es la ausencia de la preocupación. Es la presencia del éxtasis.
El silencio verdadero tiene que existir en la plaza, en el mercado, en la muchedumbre.
Cuando nada te distrae, cuando nada te perturba, estás centrado.
Sé en el mundo, deja que el servir a la gente sea tu meditación
y luego encontrarás que lleguas al silencio.
Silencio quieredecir que has puesto a un lado todo el mobilario de la mente
los pensamientos, los deseos, las memorias, las fantasías, los sueños.
Todo lo has empujado al lado.
Estás mirando la existencia directamente, inmediatamente.
Estás en contacto con la existencia sin nada entre tí y la existencia.
Eso es silencio…
El silencio se puede escuchar.
Y cuando lo escuchas hay un entendimiento inmediato.
El entendimiento viene como una sombra siguiendo el silencio.
Entender las palabras y escuchar las palabras es muy simple.
Cualquiera puede hacerlo:
sólo se necesita un poco de educación sobre el lenguaje, no mucha.
Pero se necesita una transformación tremenda para escuchar al silencio
y entenderlo.
El silencio tiene que surgir de tu ser mismo.
Hay dos tipos de silencio:
uno es el que cultivas, el otro es el que llega.
Tu silencio cultivado es nada más que la bulla reprimida…
Lo puedes lograr con la práctica pero es como sentarte encima de un volcán,
el cual puede estallar en cualquier momento, por cualquiera pequeña excusa.
Esto no es verdadero silencio, sino un silencio forzado.
El silencio que se origina de tu ser mismo, que no se impone ni desde afuera
ni desde adentro pero que llega, surge desde adentro hacia afuera,
se origina del centro hacia la circunferencia…
ese es un fenómeno totalmente diferente.
El silencio que nace así, es tan grande que puede contener las palabras,
puede contener el habla.
Nada puede perturbarlo,
es un silencio que no tiene miedo de las palabras.
Hay gente que no habla, que parece estar en silencio.
Su silencio parece estar en contra del habla
y un silencio que se pone en contra del habla todavía es parte del habla.
Es una ausencia: no es una presencia.
El silencio es una presencia.
Te puede hablar. Tiene una energía tremenda.
No es vacuo, es una realización.
El verdadero silencio es el silencio de la vida, un silencio pulsando con la vida,
que al pulsar es positivo, afirmativo. Es un gozo.
No es la ausencia de la preocupación. Es la presencia del éxtasis.
El silencio verdadero tiene que existir en la plaza, en el mercado, en la muchedumbre.
Cuando nada te distrae, cuando nada te perturba, estás centrado.
Sé en el mundo, deja que el servir a la gente sea tu meditación
y luego encontrarás que lleguas al silencio.